Voy a empezar esta reseña con un pequeño
apunte: son pocas las cintas de estilo falso-documental que me copan, y mis expectativas acerca de
este mockumentary cómico sobre la vida de un grupo de vampiros neozelandeses al
mejor estilo The Office eran un poco turbulentas. Me agrada haber sido plácidamente sorprendido
por esta pequeña película independiente, el debut cinematográfico de Jemaine
Clement en codirección con Taika Waititi (ambos también interpretan a dos de
los protagonistas de What We Do in The Shadows, Vladislav y Viago
respectivamente) es un golazo total.
Ricos pibes. |
Cuatro vampiros muy distintos entre sí
conviven en un departamento en la Wellington moderna, pese a ser criaturas de
la noche los problemas domésticos surgen al igual que una familia tipo y la
convivencia hace resurgir las particularidades de cada uno. Deacon es uno de
los más jóvenes de la casa (hablando en términos
vampíricos) un vago irresponsable sin respeto por la autoridad, Vladislav es un
vampiro medieval que se debate entre ser un gigoló y un torturador sadista. Viago
es la conciencia de la casa, el más recatado y refinado, reminiscente a los
vampiros de Anne Rice pasados por un filtro burdo. Finalmente Petyr es el más
antiguo, un ser abominable y brutal con una anatomía similar al Nosferatu clásico,
mas monstruoso y un tanto senil, vaga por el departamento desmadrando todo.
Chupate una toronja Robert Pattinson |
La película se compone de gags
interrelacionados pero que pueden funcionar de manera independiente. Esporádicamente surgen personajes, algunos más
relevantes y permanentes que otros, pero siempre manteniendo el mismo tipo de
humor. Definitivamente el punto fuerte es el formato mockumentary y como dije al inicio, esto me sorprendió. Acá
si rinde frutos este estilo de cámara tan utilizado hoy en día. La historia es
bastante sencilla y parte de un núcleo situacional más que de una trama
propiamente dicha, en este sentido los paralelismos con el formato cómico al
estilo The Office o Peep Show son ineludibles.
Indeed. |
Algunas de las secuencias son magistrales: la persecución de Nick acompañada de música folk, las peleas vampiricas con el genial efecto de levitación, los agentes de policía, el ataque de hombres lobo, las escenas de la vida nocturna, las mini entrevistas que intercalan cada situación. No hay desperdicio en materia de humor y a medida que la película crece en cuanto a personajes también lo hace en cuanto a gags.
Aguante Blade perro. |
Mezclado con un guion absurdo y efectos prácticos
muy copados (principalmente el juego de cámaras y la “levitación vampírica” de
cada personaje, la ambientación y la producción de los otros seres que van
apareciendo, todo me pareció hiper acertado) Clement y Waititi conforman una comedia
redondita. Obvio que no apunta a la estructura de las comedias de horror al
estilo Shawn of the Dead, la línea narrativa de What We Do In The Shadows se crea
más a partir de momentos y situaciones totalmente graciosas que de una historia
concreta.
Aca, limpiando la cueva. |
No hace falta decir que excedió completamente
cualquier expectativa previa, me resulto comiquísima, con una gran producción visual
(que no tiene miedo de ser totalmente clase B e independiente) con un humor
original y muchos pero muchos guiños. Más allá de la calidad general creo que
los fans del cine de género van a apreciarla un poquito más por sus cualidades
bizarras. Brindo por películas como What We Do In The Shadows, que reivindican
a los vampiros y los devuelven al pedestal monstruoso al que siempre
pertenecieron, incluso si es en la comedia.
TRAILERAZO
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