La delgada línea azul es aquella que, se
supone, está encargada de separar a la sociedad del caos y la brutalidad. En
otras palabras, se plantea que las fuerzas policiales son la ¿única? Y más
¿confiable? Barrera entre la civilización y la barbarie. Una dicotomía que
sigue vigente cuando se habla de problemáticas como la inseguridad y los crímenes
violentos. Este es el punto de partida de The
Thin Blue Line, uno de los laburos más aclamados del famoso director
documentalista Errol Morris y que significo un antes y un después en el género,
tanto por lo mostrado en la pantalla como por las consecuencias que derivaron
de esta peli.
Morris busco mostrarnos desde una nueva
perspectiva la evidencia que llevo equivocadamente a la cárcel a Randall Adams,
acusado de disparar a quema ropas a un oficial de policía que lo detuvo por un
simple problema de luces traseras apagadas. El homicidio caló hondo en la opinión
pública de Dallas y se puso a disposición del caso una importante fuerza de investigación
que tras un mes de idas y venidas encontró en Adams al perfecto sospechoso. La
narrativa se desenvuelve entre relatos de testigos de primera mano del hecho,
desde el propio Randall hasta David Harris, quien fuese el testigo clave y
principal constructor de la teoría sobre la cual se apoyo la fiscalía para
acusar a Adams.
Entre medio de las opiniones y reflexiones de policías,
abogados y peritos que participaron en el caso, Morris reconstruye varias
fragmentos del crimen con una mano magistral para conjugar el trabajo narrativo
y factico del documentarista con la tensión dramática y visual del thriller
policiaco. La prolijidad con la que se desarrolla la historia, el cuidado que
se le da a la información, el inmenso laburo de entrevistar a todos y cada uno
de los actores clave es lo que hace de The Thin Blue Line un documental paradigmático
que muestra con fidelidad cristalina los engranajes que sostienen esa dicotomía
planteada entre civilización y barbarie, el trazo zigzagueante de aquella línea
azul divisora de ambos mundos.
Lo interesante es ver como detrás de un caso
particular se puede divisar una problemática mucho mayor. La guerra contra los crímenes
violentos y el rol de las fuerzas de coerción y de justicia en la sociedad. La
confianza que depositamos como ciudadanos en aquella balanza y la fe en que la
dama se perpetué ciega y sorda ante la corrupción y la ineficacia humana. Si
bien en primera instancia The Thin Blue Line nos muestra ambos lados de la cuestión
respecto a Randall Adams, de a poco las grietas en el caso de la fiscalía van
aflorando. De a poco las evidencias demuestran su naturaleza subjetiva e
insuficiente, todo como prefacio a la aterradora entrevista final a David
Harris.
El material, las evidencias y el profundo análisis
de los hechos presentados por Morris tomaron parte significativa en la exoneración
de Adams de su condena en el año 1989, mas de una década después de que fuera erróneamente
condenado a pena de muerte. Para cerrar, que mejor que citar al protagonista de
esta historia:
“El hombre que ven aquí parado esta acá por la
gracia de Dios. El hecho de que hicieron falta 12 años y una película para
probar mi inocencia debería asustar profundamente a todos en esta sala, y si no
lo hace, eso me asusta profundamente a mí. “
TRAILERAZO
Comentarios
Publicar un comentario