Más de 3 décadas pasaron entre la primer Mad
Max y Fury Road, esta nueva entrega de una de las sagas más influyentes de
acción y ciencia ficción. De hecho hay una ruta que atraviesa 36 años desde el
primer rugido del mítico V8 de Max Rockatansky hasta llegar a esta nueva
encarnación del guerrero de la autopista, interpretado por Tom Hardy (Bronson,
Locke, TDKR, Inception).
¿Por dónde empezar? Es una suerte que George
Miller (creador y director de todas las pelis de MM) se haya encargado
personalmente de revivir, escribir y dirigir este proyecto porque su mano
experta en acción old school de primera calidad se nota. No sé como un tipo de
70 pudo malearse a las nuevas corrientes y tecnologías pero los resultados son
asombrosos, su dirección es impecable y voy tan lejos como decir que es el
blockbuster de acción más visual y bello en muchísimos años. La imaginería y el
universo de MM son manejados por Miller a piacere, quien pone la vara muy alta
en cuestión de dobles, stunts, explosiones y coreografías de acción de alto
octanaje. Pero no solo es asombroso por las chispas que levanta, sino por la
composición total de tanto fuego y metal: los brillitos y los tiros son
hermanados con el arte visual más refinado que se pueda encontrar en películas
de alto perfil como esta, algo a lo que ninguna de las películas de comics
recientes (genero con el que para mi Mad Max comparte muchas similitudes en
tono y espíritu) aun no pueden siquiera aspirar.
La película comienza de la misma manera
rabiosa en la que termina: una gigantesca persecución a través del vasto
desierto, hogar adoptivo de Rockatansky y la humanidad entera. Rápidamente una sociedad nueva nos es
introducida, un mundo distopico y post apocalíptico que conjuga paganismo,
motores y analogías capitalistas. Immortan Joe es la cara del mal en Fury Road,
un tirano que mediante el control de los recursos básicos como el agua, domina
un poblado entero al que sumerge en un orden
machista centrado en la guerra, la conquista y la demostración constante de testosterona. Para construir
esta idiosincrasia tan específica Miller se inspiro tanto en sociedades
modernas como en Esparta, los berserkers y hasta el Japón de la segunda guerra
mundial, todo puesto bajo la lente magnificadora y grasienta de Mad Max.
El quilombo arranca cuando Furiosa (Theron)
encargada de conducir un camión de guerra,
se revela a los pedidos de Immortan Joe. De ahí en más todo es un
espiral de violencia y combustión de motor que va creciendo de manera sinfónica
en cuadros de acción perfectamente llevados a cabo. Miller busca marcar un
paralelismo muy interesante con el dogmatismo religioso y como los dictadores a
lo largo de la historia han buscado la dominación tanto mediante cadenas de
metal (las Breeders, esclavas sexuales) como mentales (los berserkers, carne de
cañón para la batalla) muchos puntos simbolizan diversos aspectos del sistema
actual y el sexismo más brutal tocando temas como la lucha feminista, el rol
del hombre en la misma y como el machismo lo condiciona y lastima también a él
(por eso el Nux de Nicholas Hoult me pareció importantísimo en la historia) si
bien la trama superficialmente es sencilla me dejo un sabor de boca muy
agradable ver que tenia substancia por debajo, conjugando un excelente
blockbuster con algunas ideas muy interesantes que la distancian de casi
cualquier película de acción en los últimos años.
Entre los personajes que se nos presentan
resalta el maniático Immortan Joe, interpretado por Hugh Keays-Birne (quien
interpretase a Toecutter en Mad Max 1) un líder bestial que está a la par de
los otros grandes villanos de la saga, para no romper con la tradición Miller
nos cuenta poco y nada sobre el pasado de Joe pero igual se las arregla para
construir un carácter atemorizante. Imperator Furiosa (Charlize Theron) es uno
de los puntos más altos de Fury Road, su participación es enorme y de hecho
esto incomodo o disgusto a parte de la audiencia ya que su protagonismo es
equitativo al de Rockatansky. Definitivamente una de las heroínas de acción más
interesantes, en la liga de Ellen Ripley y Sarah Connor. La construcción del
personaje y su actitud es imprescindible para que MM funcione y esto es gracias a la increible actuacion de Charlize.
Tom Hardy como de costumbre no decepciona y
esta a la altura de un papel tan icónico como Max. Si bien Furiosa es una
participe importante, el personaje de Hardy es sin duda el foco tomando algunas
de las decisiones más relevantes y marcando el pulso de la trama. Max es históricamente un carácter silencioso y
con poco dialogo que se sostiene con la expresión física, en Fury Road tiene más
líneas que en casi todas las entregas previas pero el silencio, la reclusión y
los traumas mentales por la pérdida de su familia (que en esta oportunidad son
mostrados de manera visual y no solo gestual) siguen marcando la personalidad
del guerrero de la autopista. Vale
aclarar que si bien Fury Road no es ni una secuela ni un remake, sino un
reboot, varios de los puntos en la historia de Max así como su aura general, se
mantienen. Seguramente veamos más sobre esto en las entregas futuras (si, Hardy
aparentemente ya firmo por 3 pelis).
Desde que vi el primer tráiler me esperaba
solo lo mejor de esta película y la verdad es que no decepciono en ningún
aspecto, tanto visual como narrativo. Renovar una saga tan icónica de una
manera tan espectacular y grandilocuente no es poca cosa, una generación nueva
se encuentra con un Mad Max renacido pero igualmente indispensable en el mundo
del cine fantástico y sci fi. George Miller logro revitalizar el cine de acción
con la que seguramente será el blockbuster más interesante en muchísimo
tiempo. El guerrero de la carretera
sigue vivo.
TRAILERAZO
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