Los directores y escritores de
Rogue One se encargaron de dejar en claro que esta nueva entrega del universo
de George Lucas, no forma parte de la saga principal. Desde los discursivo (que
es una historia de Star Wars, no un episodio 3.5) hasta lo visual. Este pequeño
e ilusorio distanciamiento (Vamos, que para todos nosotros es parte integra y
necesaria de la historia) sirve para hacer de Rogue One una cinta mas enfocada,
que no se pone a cuestas el peso que tuvo The Force Awakens a la hora de revivir
un universo entero, que expande la mitología pero desde un lugar mas humilde y
abarcativo, sin tratar de competir con entregas anteriores y entendiendo perfectamente
su lugar en el marco mas grande.
Rogue One nos cuenta la historia
de como los rebeldes consiguieron los planos de la Estrella de la Muerte,
planos que le permitieron a Luke hacer volar en pedazos esa luna destructora de
planetas. La gran mayoría de los personajes son caras nuevas, Jyn Erso (Felicity
Jones) es la hija de Galen Erso (Mads Mikkelsen), un ingeniero imperial cautivo
que fue obligado a ser el jefe de construcción de la Death Star. Ella cruzara
su camino con Cassian Andor (Diego Luna), un rebelde que busca impedir la
construccion de dicha arma. En el medio conoceremos a un piloto imperial
arrepentido, un viejo rebelde extremista, un ciego que patea culos y su escolta
armado.
Es cierto lo que muchos fans han
criticado. Hay una falta de desarrollo de los personajes, no son del todo
tridimensionales y eso juega en contra a la hora de empatizar con sus causas y
fracasos. Si bien gente como Han Solo o Chewbacca no necesitaron un gran background para
volverse iconicos, las actuaciones bastante chatas de Diego Luna y Felicity
Jones no sumaron demasiado. Lo bueno es que al ser un tanto coral, encontramos
otros personajes geniales como el monje ciego Chirrut (interpretado por el gran
Donnie Yen) o su escolta armado Baze, dos tipos que se roban cada momento en el
que aparecen. Lo mismo podemos decir de Krennic, el encargado de la
construcción de la Death Star, un villano perfecto que se vio beneficiado por
el sabio uso de la figura de Darth Vader. Sorprende la aparición de múltiples personajes ligados a otros episodios de la saga, aun asi Rogue evita caer en las referencias excesivas.
Rogue One muestra el lado bélico
de la rebelión como nunca antes se presento en el universo Star Wars. En esta
entrega las batallas son monumentales, sangrientas (aunque no veamos sangre)
repletas de bajas humanas, un despliegue visual increíble. Hay un sentimiento
de urgencia, de peligro y de genuina esperanza que difícilmente encontremos en
otras grandes producciones del mismo calibre. La esperanza es un tema
recurrente y es otra de las cosas que la conectan de manera orgánica con A New
Hope pese a haber casi 40 años de distancia.
A lo largo de Rogue One iremos
conociendo diversos planetas, de a momentos este ida y vuelta se torna
redundante y poco interesante y hasta confusa. Hubiese preferido dejar de lado un planeta y
explorar con mas detalle los anteriores, si algo me gusta del "ecosistema" de Star Wars es la forma en que se construyen los mundos y sus respectivas criaturas. El momento clave de la película es la
gran batalla final. Me animo a decir que es uno de los enfrentamientos
espaciales mejor logrados de la historia, una secuencia bélica larguísima con
momentos emocionantes, dramáticos, y múltiples climax ordenados de una forma
muy inteligente.
En definitiva no veo como Rogue
One pueda decepcionar a los fans de la saga. Es una adición justificada que
expande la mitología, responde a varias incógnitas y se une de manera orgánica
al resto de la historia. Si bien los personajes principales no destacan para
nada, hay otros que si sorprenden con momentos muy buenos. Las secuencias de
acción son impresionantes y utilizan muy bien la perspectiva humana para dar
una sensación de grandilocuencia y peligro ineditos, ver esos AT-AT fue una experiencia inolvidable. Muy al contrario de lo que
todos esperábamos, esta nueva era de Star Wars en manos de Disney resulto ser
mucho mas que un ejercicio de nostalgia. Veanla!
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