No se muy bien como abordar esta
película. Por mucho tiempo la postergue basándome en criticas muy rudas que
describen al trabajo de Richard Stanley como un desastre narrativo, una copia
barata y vacía de “The Terminator”. Si bien no puedo rebatir estos dos puntos
ya que la película es de hecho un cambalache narrativo (aunque no considero
esto algo negativo) y las influencias de aquel clásico de Cameron son
aparentes, me resulta increíble que eso sea lo único que percibe gran parte del
publico. Lo admito, "Hardware" me gusto
muchísimo a un nivel puramente visceral, estético, subconsciente... llamenlo
como quieran. Aun así hay un corazón de metal que late bajo esta película de
culto y contiene una naturaleza muy distinta a la mayoría de las cintas de su
genero.
"Hardware" se desenvuelve como una
pesadilla industrial, donde la tierra es mayormente inhabitable debido a la
radiación y el sol podría calcinarnos en cuestión de minutos. El cielo es de un
hermoso y artificial naranja, como señala irónicamente el locutor Angry Bob
(Iggy Pop), un color que la naturaleza jamas podría igualar. Los chatarreros
recorren el desierto toxico en búsqueda de objetos para vender a cambio de créditos,
así es como los misteriosos restos de un robot llegan al local de Alvy, un
comerciante. Moses, otro chatarrero, compra el cráneo y la mayor parte del
cuerpo como regalo para su novia Jill, una escultora que trabaja en su
departamento con metales y diversos elementos calcinados. No tardan mucho en
darse cuenta que M.A.R.K 13 (nombre clave del robot) es una maquina de matar
auto re-generativa que causara estragos en el edificio.
Como en toda pesadilla, las
personas y las situaciones no siempre tienen sentido. De hecho, mas allá de su
eje de acción y ciencia ficción, Hardware se desarrolla como un sueño oscuro,
sucio, incluso ¿noire? donde el metal y la carne entran en colisión. Stanley no
es un tipo sutil a la hora de empaquetar su mensaje: pasajes bíblicos (Mark 13) pincelazos de un estado represor, robots asesinos con la bandera estadounidense pintada en el cráneo y tornos peneanos como armas son parte del menú.
Quiero hacer una mención aparte
para hablar del montaje y la fotografía, tal vez dos de los aspectos mas
subversivos de Hardware. La edición es fantástica, las secuencias fluyen como
si de una pesadilla se tratase y cargan con un energía indescriptible, desde
momentos frenéticos a planos estáticos y eróticos, como la escena en la ducha. Lo mismo el trabajo de
iluminación y puesta en escena, abundan los azules y los rojos saturados, las
luces de monitores y maquinas reflejados en la piel de Jill. La construcción de
este universo decadente es una de las cosas mas interesantes, hay un trabajo
fenomenal en el cuidado de los detalles y la tecnología, es sorprendente lo que
pudieron hacer con un presupuesto de tan solo un millón de dolares.
La dirección de Stanley es
caótica. Va para todos lados al mismo tiempo, quiere ser una película de
acción, una obra psicotropica, exploitation post apocalíptica, artística, sucia,
irreverente... y en esa inconsistencia y caos esta el punto que puede alienar a
los espectadores. Soy el primero en admitirlo, el guion de Hardware hace agua
rápidamente, se mueve de manera extraña y sin dirección aparente. La historia esta
fuertemente basada en un comic corto de la editorial 2000 AD, lo cual se hace visible en las elecciones estéticas. Tal vez el material original hubiese
funcionado mejor en un mediometraje y no en una película de hora y media, aun
asi creo que la narración caótica y los personajes comiqueros de Hardware tiene cierto encanto.
Sin dudas se trata de una
película diferente, plagada de referencias políticas y espirituales enmarcadas
en una aventura sci fi clase B. Merece ser vista pese a sus flaquezas, yo me sorprendí
gratamente con lo mucho que disfrute de Hardware y su entorno sucio y oscuro.
Espero que puedan darle una chance, no tengan miedo a enfrentarse a la maquina.
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