A Dark Song (2017) de Liam Gavin


Las películas con temática ocultista tienen un lugar de privilegio entre los fanáticos del horror, aun así pocas cintas representaron el proceso de un ritual de una manera tan detallada, drenante y extensa como "A Dark Song". En su ópera prima, Liam Gavin optó por una historia de horror bien contenida: hay tan solo  dos personajes y todo transcurre en una locación, no hace falta más. Sophia es una madre desesperada que busca ponerse en contacto con su hijo muerto, para ello renta una enorme casa en las afueras de Irlanda y contrata a Joseph Solomon, un sacerdote ocultista ebrio y enfermizo. El objetivo, completar un complejo ritual que incluye la destrucción física y mental de ambos para poder abrir puertas desconocidas para el humano.


El foco central de "A Dark Song" es la extensa invocación a la que se someten tanto Sophia como Solomon. Hay un nivel increíble de detalle visual respecto a símbolos e imágenes ocultistas así como los múltiples sacrificios corporales que deben realizarse: deprivación del sueño, ayunos extremos, baños helados y diversas pruebas mentales. Como espectador resulta drenante la repetición de imágenes tortuosas (no mal interpreten, no es torture porn) lo que genera una atmósfera incómoda y opresiva tanto entre los personajes como entre nosotros y la película. 


Ambos partícipes de este ritual se llevan de la peor manera. Sophie es una madre sugestionada que busca con desesperación contactarse con fuerzas del más allá. Solomon es un borracho perdido y condenado que pareciese despreciar todo. A medida que las situaciones sobrenaturales van cobrando más fuerza, los choques entre ambos se vuelven cada vez más incontenibles. La casa pareciese engullirlos de a poco atrayéndolos hacia las sombras en tanto la invocación sigue su curso hacia el estadio final.


Uno de los aspectos más interesantes de "A Dark Song" es su diseño de sonido. Hay un trabajo muy pensado respecto a cómo construir esta atmósfera de “transición” entre nuestro mundo y los demás. Liam Gavin optó por mostrar realmente poco y ahí es donde entra en juego la importancia de tener varias ideas sonoras. Desde ruidos extraños que se panean de forma inquietante, voces o simplemente el sonido de un cigarrillo consumiéndose lentamente en la oscuridad. La dinámica entre el soundtrack y los sonidos diegéticos subraya la alienación de estos personajes del mundo exterior. 

Catherine Walker da una enorme interpretación encarnando a Sophia, desgraciadamente siento que Steve Oram no estuvo a la altura y su interpretación estuvo varios niveles por debajo. No estoy muy seguro del casting para el personaje de Solomon, su perfil y el arco de su personaje me pareció más molesto que interesante. Se siente falto de desarrollo y con reacciones bastante inconsistentes entre secuencias. 


Como indiqué al inicio de esta reseña, "A Dark Song" pone foco en el ritual de Abramelin. De a momentos esto puede ponerse repetitivo, incluso con el hermoso trabajo de arte y fotografía que busca constantemente añadir imágenes interesantes para darle dinamismo a las escenas. El proceso tortuoso de invocación se dirige hacia el clímax final, el cual se siente un tanto fuera de tono y contrasta con el set up previo. Dicho esto, la película supo asustarme y arrastrarme junto a sus personajes a este limbo de magia negra que ellos mismos abrieron. Si tenes debilidad por las cintas de horror ocultista, prende las velas negras y dale una chance a esta canción oscura.







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