Get Out (2017) de Jordan Peele




En su debut como director el comediante Jordan Peele se propuso una tarea bastante compleja: Utilizar el cine de suspenso – con todo y sus convenciones estéticas y narrativas – para hacer una critica llena de humor hacia la clase media blanca “progresista” y su racismo pasivo. Todo esto sin perder ni un ápice de tensión e intriga en el proceso. “Get Out” es un bicho raro que mezcla lo mejor del horror con una postura social aggiornada, que evita caer en el golpe bajo de pañuelos mojados de dramones como “Loving” o la otra docena de películas similares del año pasado. No hacen falta doce años de esclavitud para empatizar con la pesadilla de Chris (Daniel Kaluuya) .


Chris Washington y Rose Armitage forman una joven pareja interracial. Previo a la primer cena familiar con los padres de Rose, surge la pregunta obligada mientras arman las maletas: “¿Saben ellos que soy negro?”. Un cuestionamiento que resulta arcaico  y valido al mismo tiempo en el Estados Unidos actual. Una vez en la casa de los Armitage, las cosas marchan bien pese a la extraña cortesía racial que los padres Missy (Catherine Keener) y Dean (Bradley Whitford) parecen sostener de manera casi forzada. Pero ser invitado no significa ser bienvenido. De a poco el clima se va volviendo mas asfixiante a medida que conocen a amigos y parientes de los Armitage, los métodos psiquiátricos de Missy y  los extraños empleados de color que trabajan en la casa. 


Al ver “Get Out” es imposible no pensar en “The Stepford Wives” de 1975. En al aire flota una sensacion constante de que en esa comunidad perfecta hay “algo” que no esta para nada bien. Los detalles conforman una atmósfera viciada que muestra su peste muy de a poco, dejándonos saborear esos pequeños gestos y detalles que nos hacen sentir genuinamente incómodos. La adición del personaje de Rod, el mejor amigo de Chris, le da a Jordan Peele la posibilidad de tener mesetas de un humor cuidado y sostener ese ritmo tan particular. Si, es un comic relief sin vueltas, pero funciona. 


La manera en que esta comunidad concibe al hombre de color, sea en el ámbito sexual, deportivo o social, abunda en cliches pero también en un bizarro extrañamiento con lo “exotico”. Como remarca Chris, “Parece que nunca hubiesen visto a un negro que no trabaje para ellos”. Ahí radica el problema, “Get Out” embiste contra el progresismo de salón que pretende apropiarse de la cultura negra con mimos en el hombro, pero sin hacerse cargo de los problemas sociales y raciales. La fiesta comunal donde asisten los amigos y familiares de los Armitage, es un desfile de personajes y momentos incómodos que culminan en el terrorífico inicio del tercer acto. 


Esta cinta nos retrotrae a la forma en que los grandes maestros del suspenso como Alfred Hitchcock y Roman Polanski concebían el miedo. El horror subyace bajo lo conocido, en el limite entre lo familiar y lo extraño. En el ambiente y la sociedad que nos rodea, que de un momento a otro puede tranformarse de hospitalaria a hostil sin mediar palabras. El soundtrack ayuda a remarcar esta incomodidad constante, esa ironía fatal que toca temas actuales de una manera diferente. 


No quiero revelar mucho sobre el desenlace, pero resulta satisfactorio y original al mismo tiempo. La manera en que se maneja el suspenso y se falsean – o cumplen- nuestras expectativas, nos mantiene encadenados irremediablemente a la pantalla. Sin ahondar en spoilers, les invito a pensar en momento en que las sirenas policiales acuden a la pesadilla de Chris. Los invito a reflexionar sobre cuales fueron sus expectativas sobre lo que iba a acontecer y que recibieron a cambio. Lo que esperamos habla también sobre lo que conocemos y podemos sorprendernos al ver que, tal vez, el racismo este mas naturalizado de lo que pensamos. De vez en cuando las películas con hype terminando estando a la altura de las criticas y reacciones del publico. “Get Out” es uno de esos casos, una de las cintas de genero mas interesantes y atrapantes en lo que va del año. 



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