El tributo a géneros y estéticas pasadas está en auge. Desde las series con presupuestos astronómicos hasta las producciones independientes minúsculas, la nostalgia por narrativas de antaño parece ser la regla. Esto es un arma de doble filo, depender demasiado del encanto por algo pasado puede terminar siendo un remiendo para falencias más profundas. Claro, no todas las películas pueden ser como “Mirada de Cristal”, una carta de amor al giallo con el sustento suficiente para pararse sobre sus propios tacos.
La película dirigida por Ezequiel Endelman y Leandro Montejano nació primero como un capítulo de la serie web “No podrás dormir esta noche”. Fue creciendo hasta convertirse en un largometraje tecnicolor que rinde homenaje a lo mejor del terror italiano de manos enguantadas y cuchillos en la oscuridad. En este giallo argento, el mundo de la moda sirve como marco para la amenaza sobrenatural de Alexis Carpenter, una super modelo trágicamente fallecida. Un año después de su deceso la revista Attila planea lanzar una edición homenaje, pero las muertes no tardan en aparecer entre las chicas que aspiran por salir en tapa.
Entre maniquíes inertes, las sombras nocturnas se cuelan tomando la vida de las muñecas de cristal. La luz de neón y la elegancia de satén parecen combinar universos tan dispares como los de “Blood and Black Lace” (1964) de Mario Bava y “Streets of Fire” (1984) de Walter Hill. En esa hibridación pop estilizada esta el encanto de “Mirada de Cristal”, apoyada siempre en un diseño de arte y una fotografía excelentes y totalmente vintage que enamoran a todo fanático del VHS. Por momentos el encanto visual predomina por sobre lo narrado, algo bastante usual en los giallos. Aun así la historia esta construida con oficio y conocimiento sobre las reglas del juego.
La influencia de cineastas tanos es innegable. Cada vez que la cámara recorre interiores es imposible no pensar en Dario Argento, en especial en “Suspiria”. Curiosamente el clásico de brujas y ballet cumple 4 décadas este mismo año. La vigencia de su influencia es el mejor halago que podemos darle a la obra de Dario.
“Mirada de Cristal” resulta exitosa porque pese a ser un homenaje, elige no depender enteramente de sus referencias. Tiene encanto y fuerza propias, las influencias solo subrayan las buenas ideas que tuvieron Ezequiel, Leandro y todo el equipo técnico a la hora de construir ese Buenos Aires nocturno y estilizado. Hablando de giallos locales, “Necrofobia” y “Francesca” están bien pero “Mirada de Cristal” está sencillamente en otro nivel. Totalmente recomendada.
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