Estrenos de 1978: I Spit on Your Grave de Meir Zarchi


En Noviembre de 1978 el director y productor Meir Zarchi lanzo Day of the Woman, una de las películas más polémicas de la historia. Inicialmente se mostró solo en cines rurales y drive-ins, no había dinero para distribución y el propio Zarchi se encargaba de proyectar la película, una obra de explotación que se inscribía en el género rape and revenge, donde mujeres violentadas sexualmente se cobran venganza de los perpetradores en formas grotescas.  

Day of the Woman nos cuenta la historia de Jennifer Hills (Camille Keaton, nieta-sobrina de Buster Keaton) una escritora de Nueva York que alquila una cabaña en el lago para poder escribir su primer novela. Su estadía es interrumpida por 4 hombres que la violaran, golpearan y denigraran con una animosidad repulsiva una y otra vez. Como es de esperarse en el género, Jenniffer sobrevive y se reconstruye como fénix para tomar venganza de todos ellos, uno por uno.  Una cruza entre Last House on the Left de Wes Craven y Deliverance de John Boorman.


La película estaba destinada al olvido, pero en 1980
Jerry Gross relanzo el film bajo el título I Spit on Your Grave, nombre tomado directamente de un drama francés de 1959. Esta vez la distribución fue más amplia y llego a algunas salas comerciales, allí es donde se desato la polémica. Uno de los paladines en contra de la obra fue el crítico Roger Ebert quien señalo que era la experiencia más repulsiva y denigrante que había tenido en un cine. Al parecer el público simplemente reía o alentaba los hechos de violencia y se contentaba con el morbo de ver violaciones y mutilaciones. Fue tal su encontronazo con la película que hizo campaña en su contra y alentó a que los cines la retiraran de la cartelera. Pronto la obra de Meir Zarchi fue inscrita entre los infames Video Nasties de Inglaterra, videos repudiados por diversos sectores de moral como la iglesia y políticos. Era inevitable, I Spit on Your Grave se había convertido en un clásico de culto.


Ríos de tinta se han escrito, para algunos es una desgracia fílmica que muestra lo peor de su época en cuanto a explotación de los cuerpos. Para otros, contiene un germen feminista de venganza y reivindicación que se explora mediante el horror. Yo me paro en medio. Si bien es cierto que - como en toda obra exploitation -  el morbo ante el sadismo es un componente crucial en la identidad de la película, I Spit on Your Grave se distancia de cualquier tipo de redención para los violadores. Los cuatro arguyen los argumentos clásicos del “ella se lo busco” y buscan someter a la mujer como un objeto. En ningún momento Meir Zarchi marca una ambigüedad, es claro que para él la venganza sangrienta de Jennifer no solo es justa sino que es necesaria.


Un hecho traumático fue el disparador para escribir I Spit on Your Grave. Una noche Zarchi volvía hacia su casa con su hija y un amigo cuando de repente vieron una muchacha ensangrentada en medio de una plaza. La chica había sido violada y golpeada, la llevaron al destacamento policial donde los oficiales insistían en interrogarla pese a su estado. Zarchi finalmente la acompaño a un hospital donde fue atendida tras el gravísimo ataque.


Uno de los ataques más faltos de sustento hacia la película es el equiparar los abusos ejercidos contra Jennifer con la crueldad que ejerce ella en forma de represalia. Muchos críticos se encontraban cruzados por la moral cristiana al detestar cualquier tipo de violencia, incluso la que es producto de la rabia más digna y necesaria. Los violadores intentan justificarse con argumentos que incluso hoy en día resuenan en los medios por lo cual tratar de igualar las posturas es de un cinismo repugnante que ignora cualquier perspectiva de género.


Si bien la cinta tiene varios defectos narrativos y cierto amateurismo visual, hay ideas que cuajan muy bien, como el utilizar los ruidos de la naturaleza como soundtrack para todo el dolor acontecido. La primera mitad de I Spit On Your Grave es extenuante, cuesta atravesar los 40 minutos de vejaciones que – a diferencia de muchas otras cintas similares – no están para nada erotizadas ni suavizadas. En sus defectos y en sus limitaciones, la obra de Zarchi camina la fina línea entre ser una fantasía de justicia y una purga de horrores muy reales, es por eso y muchas cosas más que I Spit On Your Grave es uno de los grandes estrenos de 1978.

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