Los 70s vieron el auge del cine erótico europeo, historias sensuales que esquivaban la pornografía pero no tenían miedo de mostrar desnudez y rodearla de un aura fantástica que podía decantar en cintas clase B como las de Jess Franco o grandes producciones dramáticas como Caligula de Tinto Brass. En el medio de esos mundos habitaba Jean Rollin, obsesionado con las obsesiones y apasionado por hacer que sus películas sean productos refinados. Pese a los presupuestos ínfimos, el francés lograba resultados maravillosos: desde la fotografía, las locaciones y el surrealismo de su dirección, transformaba en algo especial lo que de otra manera seria llanamente exploitation. Fascination es una de sus obras mas recordadas pese a haber sido sepultada por la productora en su lanzamiento y fracasar en taquilla.
Marc es un ladrón que luego de estafar a sus compañeros de crimen, escapa y se oculta dentro de un misterioso castillo. Allí viven Elisabeth y Eva, dos bellisimas jóvenes que proponen un juego de seducción confuso para el bandido. Ellas guardan en secreto lo que ocurrió con las demás personas del castillo pero repiten una advertencia: están esperando una visita muy importante que llegara a la media noche, una visita que promete traer muerte. Lo interesante de Fascination es que si bien Marc representa la figura masculina, activa y (anti) heroica, Rollin lo construye como un mero objeto de deseo para estas dos jóvenes. Sea por amor, lujuria o intereses ulteriores, Eva intenta convencer a Marc de quedarse hasta que baje el sol. El, desafiante, cree en todo momento estar a cargo de la situación y accede jocosamente a permanecer en el castillo para una ceremonia macabra que involucra a un grupo de mujeres aristócratas que se reúnen anualmente en el lugar.
Marc comienza siendo el protagonista paradigmatico, se abre camino con un revolver en una mano y el oro en la otra, se siente poderoso y deseado por ambas mujeres. El juego de Elisabeth y Eva lo van desarmando lentamente, el misterio de que ocurrirá a la medianoche es demasiado tentador y finalmente la mosca cae en la telaraña. Nunca esta bien claro si el interés obsesivo que tienen por el es sexual, ludico o sanguíneo, Fascination no se preocupa por ello sino mas bien por la dualidad entre el objeto deseado y el deseo en si mismo, la diferencia entre la persona y lo que deseamos de ella. Hacia el final Eva susurra que "el amor por la sangre aveces supera al amor por el cuerpo que la contiene", un resumen concreto de los temas que aborda Rollin. Lo hermoso es que logra ese nivel de lecturas sin caer en momentos pretenciosos, Fascination no se olvida ni tiene miedo nunca de ser una película de terror de bajo presupuesto filmada en menos de dos semanas. Filmar rápido para mantener lo visceral y crudo de las ideas es muy propio de Jean.
La sangre y la desnudez son una constante en el cine de Rollin, si bien Fascination no es una película literal sobre vampirismo, esta rodeada de un aura sobrenatural muy macabra. La fotografía es austera pero captura de una forma muy bella la sensación de ensueño que habita en ese castillo rodeado de agua y bosque. Jean era un director muy especial que solía encontrar el tono ideal entre cine arte y cine cutre, un equilibrio perfecto entre planos bellisimamente compuestos y planos horrendamente desenfocados que conviven en el mismo universo. Su estilo es lo que eleva Fascination, le da una identidad diferente, casi gótica que bebe mucho de la Hammer y el terror ingles pero dándole su propio giro sensual.
Luego de varias películas exitosas se apostaba mucho por este lanzamiento, era el momento ideal para que Rollin salte a las grandes ligas del cine europeo. A ultimo momento la productora decidió cajonear la promoción de Fascination y lo que amagaba a ser un gran estreno paso sin pena ni gloria por un puñado cines. No tardo mucho tiempo en convertirse en una gema de culto, en parte por su interpretación tan particular sobre el vampirismo y la necesidad de sangre. Sin dudas uno de los grandes estrenos de 1979.
Luego de varias películas exitosas se apostaba mucho por este lanzamiento, era el momento ideal para que Rollin salte a las grandes ligas del cine europeo. A ultimo momento la productora decidió cajonear la promoción de Fascination y lo que amagaba a ser un gran estreno paso sin pena ni gloria por un puñado cines. No tardo mucho tiempo en convertirse en una gema de culto, en parte por su interpretación tan particular sobre el vampirismo y la necesidad de sangre. Sin dudas uno de los grandes estrenos de 1979.
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