[Crítica] I Am Mother (2019) de Grant Sputore


Hay un problema recurrente con las películas originales de Netflix, y es que estética y narrativamente se parecen demasiado a sus series. Hay algo que no cuaja y terminan siendo producciones meramente decentes, apenas aprobadas y con muy poco por extraerles más allá de una historia medianamente bien contada. I Am Mother no termina de despegarse de ese karma, pero deja algunos destellos buenos en el camino.

La película de Grant Sputore está situada en un futuro apocalíptico donde el ser humano fue erradicado casi por completo. En una estación aislada viven una joven y la inteligencia artificial que la crió, la joven se refiere a la máquina como Madre, un robot sin rostro pero con una voz (cortesía de Rose Byrne) y un trato muy cálido. Desde pequeña la muchacha aprendió que el exterior es un páramo inhabitable en el cual la vida humana es imposible, aun así su curiosidad por el afuera es cada vez mayor. Todo marcha bien hasta que un día llega a las puertas de la estación una mujer (Hilary Swank) herida de un balazo, la joven decide abrir las puertas y asistirla pese a las advertencias de Madre. 

Para comenzar con los aspectos positivos, el universo que construyó Sputore junto al guionista Michael Lloyd Green es muy interesante, más por lo que se oculta que por lo que se muestra. Hay muchas preguntas sobre ese futuro apocalíptico que flotan sobre la trama principal y que son respondidas de manera lateral. Es un misterio como el mundo llego a ese estado de devastación pero se nos dan algunas pistas al respecto. Hay algunos detalles que recuerdan al universo de Terminator, eso si, como película de ciencia ficción I Am Mother es mejor que las últimas entregas de la franquicia de Arnie y compañía. 

El diseño del robot Madre está muy bueno, los movimientos pesados y mecánicos recuerdan a Robocop y su ojo único es una referencia directa a HAL 9000 de 2001: Space Oddysey. El cuerpo de Madre es en realidad un traje complejo utilizado por un actor, esa decisión le da la fluidez y realismo que el CGI aun no puede alcanzar. Desgraciadamente la forma en que Sputore presenta a Madre es un poco confusa, pasa mucho tiempo convenciéndonos de cosas que se desmienten rápidamente, el énfasis en los plot twist lastima mucho al desarrollo de la película y sus personajes. 

Cuando se decide que los personajes actúen como símbolos se corre el riesgo de despojarlos de toda individualidad. En su afán por plantear preguntas de gran escala, Green y Sputaro nombraron a sus personajes principales con sustantivos como madre, hija o mujer. Esto puede sugerir una reflexión sobre el rol de la maternidad en el mundo moderno o la puja generacional entre feminidades, pero I Am Mother no puede escapar a su herencia Netflixera. Ninguno de esos tópicos es ahondado, tenemos que conformarnos con apenas un boceto - atractivo, pero boceto al fin - de temas muy complejos que nunca se profundizan. 

La joven actriz Clara Rugaard exprime cada segundo en pantalla y sola se carga a los hombres grandes tramos de la película. Hilary Swank es la otra figura materna, una especie de Sarah Connor que sobrevive en un mundo destruido y odia visceralmente a los robots. Su personaje es de lo más interesante y su presencia se complementa muy bien con la actuación de Rugaard. Es una lastima que no haya sido del todo aprovechada, si bien tiene algunos momentos destacados, el arco de su personaje termina abruptamente. 

Es verdad que hay cierta similitud visual con Ex Machina de Alex Garland, pero en esa comparación I Am Mother sale perdiendo. Es una película mucho mas tímida y con menos ideas. Aun así es lo suficientemente entretenida y dinámica como para justificar invertirle 2 horas de tu vida si estas con antojo de ciencia ficción. Capaz si la voz de Madre la hacia Schwarzenegger salia mejor.


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