[Crítica] I Trapped The Devil (2018) de Josh Lobo


Digiriendo esta pelicula independiente de terror me encontré con muchas reseñas que apuntan a lo mismo: esta historia hubiese funcionado mejor como un cortometraje. El problema ante esta situación es que, si nos ponemos cínicos, eso ya existe y es uno de los capítulos más famosos de la serie “La dimensión desconocida”, se trata de “The Howling Man”, un gran episodio con el cual “I Trapped the Devil” tiene muchas coincidencias. En ambas historias se asegura que el diablo en persona fue atrapado, que mantenerlo prisionero es la única forma de dirigir a la humanidad hacia un estadio de mayor paz. En ambas historias hay un personaje que descree y otro que asegura casi al borde de la locura que el hombre detrás de la puerta sellada es satanás. La diferencia crucial está en cómo se maneja las sospechas del público y el suspenso por los escenarios posibles, pero basta de comparaciones. 

En la de víspera de navidad, Matt y su esposa Karen visitan a su hermano Steve. Están preocupados, Steve tiene un historial de problemas mentales y su comportamiento es errático. Es que él está convencido de tener prisionero al mismísimo Lucifer en el sótano tras una puerta con cruces y cadenas. Una voz llega desde el otro lado, un hombre que asegura querer reencontrarse con su familia. “I Trapped the Devil” parte de esta premisa sencilla para construir una noche de pesadilla en una sola locación y con un reparto de solo tres personas, suena como un desafío típico de director novel tratando de exprimir al máximo los elementos a su disposición. 

En la paranoia y la atmósfera están los fuertes de esta peli, la cuestión se vuelve progresivamente más hipnótica y amaga con meterse en territorio onírico en varias ocasiones. El problema es que si bien los 80 y pico de minutos que dura se pasan volando, se siente como varias situaciones fueron alargadas para llegar a ser un largometraje. La premisa y los recursos limitados le pasan factura hacia el tercer acto, el cual arriba con mucho menos suspenso y tensión que todo el recorrido previo. Cuando una historia está tan fuertemente arraigada en una intriga central hay que tener un cuidado quirúrgico para racionar la información. En el momento en que descubrimos si Steve está totalmente loco o si ese tipo es realmente el diablo, la posta pasa a los personajes. ¿Que hacen con esa revelación? Si bien las actuaciones son decentes, “I Trapped the Devil” es mucho más fuerte en las sensaciones que en el desarrollo de sus personajes. 

Este es el debut de Josh Lobo como director y el resultado es más que positivo. El manejo de la cámara y la fotografía es muy bueno, aprovecha al máximo las limitaciones de espacio y de presupuesto. Junto al director de fotografía Bryce Holden lograron una atmósfera claustrofóbica con abundantes rojos, verdes y negros, hay algo infernal y desolado en los ángulos de la casa, la unica locacion de toda la película. La historia pierde mucha fuerza hacia el final, pero es un problema de guión que termina por diluir el efecto pesadillesco que logran en la primera parte. Pese a sus pifies es mucho más ambiciosa que otras óperas primas de género, a veces hay que premiar el esfuerzo.


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