[Estrenos 1980] 'Forbidden Zone' de Richard Elfman


Forbidden Zone
es una de las obras más dementes de los 80s. Es una película de excesos (y carencias) hecha entre familiares que tomaron la bandera trash que plantó John Waters en los 70s y la hicieron flamear. La trama involucra a un rey libidinoso de la sexta dimensión, monstruos salidos de algún dibujo animado de los años 30, una familia disfuncional en plan Pink Flamingos y un secuestro, pero la verdad importa poco. Forbidden Zone tiene todo lo que constituye a una película de culto y más, es decir, no es solo un conjunto de momentos patéticos para consumir de forma irónica. Forbidden Zone es única en su especie.

La historia de su producción comienza en los 70s con Los Caballeros Místicos de Oingo Boingo, un grupo de teatro musical/banda de rock compuesta por una docena de personas, entre ellas Richard Elfman (director de la película), su esposa Marie-Pascale y su hermano Danny Elfman. Si, el tipo que musicalizó a Los Simpson, las mejores películas de Batman, Army of Darkness y la mejor parte de la carrera de Tim Burton, pero vamos a volver a él más adelante. A Richard se le ocurrió filmar algunas sketchs del grupo de teatro, primero filmó 60 minutos en 16 milímetros a los cuales le agrego 20 minutos en 35 milímetros para completar un largometraje. Como no concordaban, Richard decidió filmar otra vez los 60 minutos originales durante un periodo de tres años, Forbidden Zone es el resultado de esa aventura.

La historia la escuchamos mil veces, antes del crowdfunding este tipo de proyectos marginales se emprendian entre amigos y se juntaba plata a como dé lugar. Marie-Pascale y Richard se dedicaban a pintar y amueblar casas de día y a pintar sets y utilería por la noche. Segun Richard lo más costoso fue lo que vino después del rodaje ‘’la producción costó muy poco, las post fue más costosa. Los pocos minutos de animación costaron más que el resto de la película’’. Pese al escaso presupuesto contaron con talentos como Joe Spinelli y Hervé Villechaize (Tattoo de La Isla de la Fantasía), este último se quedaba por las noches a pintar sets y ponía plata de su bolsillo en la producción. 


Finalmente en 1980 Forbidden Zone vio la luz del dia, las críticas fueron terribles como era esperable y pasó al olvido esperando ser redescubierta. La trama es muy sencilla, en el sótano de la familia Hércules - un grupo de seres desagradables - hay un portal a la sexta dimensión. Un dia Frenchy (Marie-Pascale) cae por el portal y termina prisionera del Rey Fausto (Villechaize) y la sanguinaria reina Doris (Susan Tyrrell). Sus hermanos deciden ir a rescatarla y enfrentarán a gorilas, sapos gigantes, monstruos y al mismísimo Satán (Danny Elfman) para lograrlo.

Parte del encanto de este cine está justamente en sus carencias y como son sorteadas con creatividad ‘’el presupuesto fueron doce rollos de papel para sacar fotos y las influencias eran Fellini y Max Fleischer’’ contó Richard. Tiene mucho sentido, la idiosincrasia patética y familiar tiene mucho que ver con el cine del italiano. Ni hablar de la estética de los dibujos animados del legendario Max Fleischer, su concepción de humor y el movimiento de los personajes nunca fueron mejor aplicados que en esta gema de caca. Para mayor similitud, la versión original de la película es en blanco y negro, el plan era enviar los rollos a China para colorearlos a mano pero Richard se fue a la quiebra y jamas sucedio. En 2015 una empresa se contactó con él y colorearon la cinta, actualmente ambas versiones están disponibles y son igualmente disfrutables. 
                                  

En Forbidden Zone los sets están pintados en una misma casa y las perspectivas deformadas son herederas cocainomanas de Caligari. Hay una escena en una escuela (que sucede después de un tiroteo entre alumnos y maestra) donde dos personajes se arrojan por una ventana cuyo vidrio está hecho de plástico, un Hitler regordete baila mientras ocurre todo. Más adelante un personaje viaja a la sexta dimensión luego de atravesar un intestino delgado eterno, al llegar es defecado por un culo gigante de cartón. Toda esa locura se balancea entre la estupidez y la genialidad, entre Lynch y Waters, entre el asco y la risa.

Acá volvemos al otro hermano Elfman, porque esta demencia además de ser una cruza trash entre John Waters y Tim Burton, también es un musical a lo Rocky Horror Picture Show o West Side Story. Las canciones compuestas por Oingo Boingo y Danny remiten al swing, el rock y los segmentos jazzeros de los dibujos animados antiguos con esqueletos que cantan y bailan en el cementerio. Esta es una película con un humor muy chabacano, inapropiado y que utiliza estereotipos raciales (de hecho hay un personaje haciendo un blackface patético), en definitiva una parodia al cine hollywoodense clásico. Después de todo el inicio del cine americano sonoro también fue con un musical con blackface y estereotipos, pero mientras The Jazz Singer (1927) es sería, Forbidden Zone es irónica e irrespetuosa cual shitposting.

Cada número está acompañado por alguna coreografía ingeniosa que busca ocultar las deficiencias de los bailarines, el segmento musical en la cámara de torturas es excelente y parece anticipar algo del humor de Beetlejuice aprovechando muy bien a coristas que cuelgan de las paredes. No todos los números musicales funcionan, algunas canciones estan de más, pero eso difícilmente arruine la experiencia general ya que el ritmo es rápido y tiene diálogos muy divertidos que envejecieron bastante bien. Más allá de no haber trabajado por dinero, todas las interpretaciones son muy buenas y no tienen miedo a verse como dibujos animados de carne y hueso, después de todo ese era el objetivo.

Forbidden Zone no solo es ’’tan mala que es buena’’ sino que es extremadamente diferente, parece un sueño febril, un mal chiste que da gracia, un videoclip de los 00 y un cortometraje prohibido de los 30s, todo al mismo tiempo. Para mal o para bien, no hay muchas cosa como esta oda a la estupidez, y por eso es un gran estreno de 1980.


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